domingo, 9 de diciembre de 2012

Eras lo que mas quería, yo también era eso para ti, te tenía cerca todas las noches, tuvimos que dejar de discutir demasiado pronto y nuestros destinos se separaron aunque parecía que tendrían que estar aún muy unidos, vives en la calle de al lado pero los problemas hacen que nos distanciemos cada vez mas, te quiero y cuando pienso en ti siento pinchazos en el pecho, no puedo soportar que estes enfadado conmigo, pero tampoco tengo el valor suficiente como para llamarte y hablar las cosas, te echo mucho de menos y me gustaría que todo fuese como antes.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Young, wild and free.

Y me pregunto si él sabrá que casi no puedo respirar; ni comer, ni dormir. La distancia me mata, y el roce de tus labios me consume; gástame, aquí y ahora. La realidad superó a nuestros sueños más salvajes y los convirtió en ceniza. Cojamos un tren de media noche hacia Ninguna Parte y no bajemos nunca; piérdete conmigo, o mejor aún, existamos juntos.
¿Capaz o incapaz?

martes, 31 de julio de 2012

Querida piedra.

Me prometí a mi misma que jamás volvería a creerme tus dulces palabras, que no te iba a dar el placer de verme sufrir, que no tropezaría dos veces con la misma piedra. Al final, resbalé con tus tus manos, tropecé con tus labios y caí en picado gracias a tu sonrisa. Conseguiste ilusionarme otra vez; me recordaste lo que era tenerte cerca, tu olor, tu pelo, tu calor. Me robaste tantos besos durante 19 días, que tarde en olvidarlos nada menos que 500 noches. Pero, cuando tu aprendías a ser un tirano para tomar mi corazón, hacerlo dependiente de ti y destruirlo desde dentro, yo soñaba con ser el flan de tu nevera; temblando cuando me tocas.

Efímera noche de noviembre.

En un un intento fallido por olvidarte partí, decidí coger un tren hacia ninguna parte, y comprarle a tus recuerdos un billete lejos de mi. Estaba en el andén eran las 16h. y en el vagón solo nos encontrábamos mi equipaje,mi música y yo. Todo estaba desierto,al igual que mis ojos sin tu mirada; eso es lo que buscaba, soledad. Por desgracia, el cerebro humano tiene la dichosa manía de recordar las cosas que más duelen. Y el mio no paraba de revivir esos besos bajo la lluvia de aquella efímera noche de noviembre. Me hubiera gustado tener más momentos que recordar, pero por desgracia eso no pudo ser. Nos arriesgamos desafiando al destino, y salimos perdiendo. Paré en un pequeño mesón a comer algo, ya que llevaba días con un nudo en la garganta que me apretaba igual de fuerte que tus brazos en el momento que dejé de sentir que respirabas. Me dieron a probar su especialidad, pero después de haber probado tus labios, hasta el mejor manjar del  mundo me sabría a poco. Lágrimas resbalando por mi cara seguramente os parecerá una tontería, pero después de 7 largos meses detrás tuya, por fin había conseguido descubrir tu sabor, y que tus labios me susurraran esos te quiero tan ansiados; fue la mejor noche de mi existencia, lástima que a la mañana siguiente todo desapareciese. Tú habías desaparecido. Maldeciría a ese conductor borracho durante toda mi vida, y aún me cuesta creer que nunca podré volver a verte sonreír. Siento decir que estas serán las últimas palabras que te dedicaré. Pero no te engañes; jamás podré olvidarte.
Y es cuando sientes ese pinchazo cada vez que la margarita dice que él  no te quiere; ese momento en el que caes de la nube. Sabes que es una tontería sí, pero también una razón más para torturarte. Normalmente no sueles creer en la suerte, pero por él creerías en las hadas si hiciese falta. Por eso, siempre que tienes que pedir un deseo, lo pides con todas tus fuerzas; lo pides a él. Escribes vuestros nombres en los cristales, te inventas estúpidos juegos, buscas matrículas extrañas, esperas a que llegue tu cumpleaños para soplar las velas y esperar a que se cumpla eso que tanto anhelas; aún sabiendo que nada va a cambiar, esperas un milagro. Pero, si nació Blancanieves de una gota de sangre, ¿Por qué no puede nacer un nosotros después de 500 noches deseándolo? Seguramente nunca dejaré de ser aquella chica que dejó sin margaritas al campo buscando cualquier indicio de una historia que jamás sucederá.

Te quiero;

Que te quiero; me cago en todo, no lo puedo evitar pero es la realidad. Realidad de tus sonrisas y abrazos,sí realidades que duelen. Alejarte y no poder encontrar el roce de tus labios junto a los míos, no poder apretarte fuerte junto a mi y decirte que lo único que quiero es que se pare el tiempo. Te limitaste a decirme adiós, y a sujetar mis manos mientras temblaba al oír tus palabras; las últimas que me dirías cuando aún teníamos el título que confirmaba nuestro amor. Que tras esa conversación se convertiría en una amistad llena e baches.

SEPTIEMBRE.

Aprovechando las últimas gotas de verano que quedan, pensamos en un supuesto futuro; nuestro. Algo bonito, diferente. Somos jóvenes y llamamos la atención , tenemos esperanzas, ilusiones; la mía en concreto, eres tú. Nervios a flor de piel, ¿Quién necesita las altas temperaturas, teniendo calor a dos grados bajo cero? Este es el principio de una historia; una historia de locos. Donde rodarán cabezas y nada será fácil, pero nos tendremos el uno al otro. Nos tiraremos trastos, lloraremos lágrimas de fuego y nos reconciliaremos con un tibio beso; esto, se llama amor y lo demás son solo mariposas.